Pienso en el fin de los tiempos,
sonrío y sigo bebiendo.
Pienso por qué pienso y escribo,
como un mandato filosófico viejo.
Pienso y a veces me regocijo
en lo oscuro de mi pensamiento,
y sobrevivo, de tanto en tanto,
con algún nuevo sentimiento.
Respondo a lo que me aqueja,
con un trago más del sufrimiento,
el propio, porque el ajeno,
tan solo me causa seguir riendo.
Porque bebo y entre mis tragos,
escribo uno que otro verso,
y lo leo, puesto que no lo pienso,
y lo recito desde el comienzo…
como quemándome en un infierno,
de letras vivas y cuentos muertos.
sonrío y sigo bebiendo.
Pienso por qué pienso y escribo,
como un mandato filosófico viejo.
Pienso y a veces me regocijo
en lo oscuro de mi pensamiento,
y sobrevivo, de tanto en tanto,
con algún nuevo sentimiento.
Respondo a lo que me aqueja,
con un trago más del sufrimiento,
el propio, porque el ajeno,
tan solo me causa seguir riendo.
Porque bebo y entre mis tragos,
escribo uno que otro verso,
y lo leo, puesto que no lo pienso,
y lo recito desde el comienzo…
como quemándome en un infierno,
de letras vivas y cuentos muertos.
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