Interiores. Son aquellos desligamientos del parecer. Son responsabilidades programadas y una programación digna de corresponder con la corrupción de estado actual, digamos… infiltrar.
Si alguna vez sobrara una tarde, quizás la invertiría en un anochecer, seguro la aprovecharía para nunca amanecer, o hasta devolvería algunos rayos del sol al universo, si una tarde sobrara… si faltaran los segundos, aún así… aún si sobrara un día entero, lo entregaría al tiempo, para recibir a cambio miles de reflejos de aquellas estrellas que no se ven. Si me sobrara al menos una hora, una hora lejos del ocaso, yo esperaría sin apuros hasta que ya no sobrara más, leyendo un texto absurdo, de esos que nunca faltan, de aquellos que son mi mundo. Y si nunca ya el tiempo sobrara, haría desaparecer algunas miradas, rompería un par de ojos, y vomitaría palabras, para que el libro más oscuro pudiera existir mañana.
Si alguna vez sobrara una tarde, quizás la invertiría en un anochecer, seguro la aprovecharía para nunca amanecer, o hasta devolvería algunos rayos del sol al universo, si una tarde sobrara… si faltaran los segundos, aún así… aún si sobrara un día entero, lo entregaría al tiempo, para recibir a cambio miles de reflejos de aquellas estrellas que no se ven. Si me sobrara al menos una hora, una hora lejos del ocaso, yo esperaría sin apuros hasta que ya no sobrara más, leyendo un texto absurdo, de esos que nunca faltan, de aquellos que son mi mundo. Y si nunca ya el tiempo sobrara, haría desaparecer algunas miradas, rompería un par de ojos, y vomitaría palabras, para que el libro más oscuro pudiera existir mañana.
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