Me cago en el silencio,
reprendo al inaudito
que me deja sin el eco.
Súbitos segundos antes,
supe de una canción sin precio,
supe del autor del libro
que me ha dejado sin verbos.
Me cago en el circuito,
que cuando se corta no grito,
porque el silencio,
maldito,
me ha dejado sin eco.
Ya lo he dicho.
Me cago en mi fantasía,
porque le temo a las alturas
y mis alas se quiebran
con una mínima brisa.
Le pido al lector sano,
que evite la melancolía,
y al enfermo le pido,
regáleme una sonrisa,
no le pido rimas, no…
para eso mi alma amarillista,
Me pido el chiste fácil,
y la lógica desmedida.
Me cago en mi sentido del humor,
en el sarcasmo,
en la ironía.
Le pido al conciente,
entonces, retroceda,
no sea que se inhiba,
pero al inconciente le pido…
siga, relea
y cáguese en mi obra.
Agradezco las notas altruistas.
Me río del sol cuando cae,
y le lloro a la luna una visita,
pero antes,
sin medirlo,
me cago en la madrugada del idilio.
¿Será que no contengo este rito?
¿Será que me pierdo en lo chiquito?
¿Será que soy el autor de ese libro maldito?
¿Será que me cago de hambre cuando tengo apetito?
Ay, por favor, qué delirio,
me cago en mi puto insomnio,
me revientan los ruiditos,
me superan los ejemplos,
y me quedo en el abismo.
¡Habrase visto, sin vergüenza, cagarse en los martirios!
reprendo al inaudito
que me deja sin el eco.
Súbitos segundos antes,
supe de una canción sin precio,
supe del autor del libro
que me ha dejado sin verbos.
Me cago en el circuito,
que cuando se corta no grito,
porque el silencio,
maldito,
me ha dejado sin eco.
Ya lo he dicho.
Me cago en mi fantasía,
porque le temo a las alturas
y mis alas se quiebran
con una mínima brisa.
Le pido al lector sano,
que evite la melancolía,
y al enfermo le pido,
regáleme una sonrisa,
no le pido rimas, no…
para eso mi alma amarillista,
Me pido el chiste fácil,
y la lógica desmedida.
Me cago en mi sentido del humor,
en el sarcasmo,
en la ironía.
Le pido al conciente,
entonces, retroceda,
no sea que se inhiba,
pero al inconciente le pido…
siga, relea
y cáguese en mi obra.
Agradezco las notas altruistas.
Me río del sol cuando cae,
y le lloro a la luna una visita,
pero antes,
sin medirlo,
me cago en la madrugada del idilio.
¿Será que no contengo este rito?
¿Será que me pierdo en lo chiquito?
¿Será que soy el autor de ese libro maldito?
¿Será que me cago de hambre cuando tengo apetito?
Ay, por favor, qué delirio,
me cago en mi puto insomnio,
me revientan los ruiditos,
me superan los ejemplos,
y me quedo en el abismo.
¡Habrase visto, sin vergüenza, cagarse en los martirios!
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