jueves, 2 de mayo de 2013

Piénsalo



Y llueve, llueve la vida.
Tus pies se marcan
como huellas hundidas
en la tierra seca
de un lejano mediodía.
Y llueve, llueven las dudas
sobre esta certeza fingida
de un olvido que acontece
solo en crueles pesadillas.
Y caen las gotas
sobre las rodillas maltrechas
de la exigencia fundida
en suelos templados
de azules ironías.
Hoy nos aleja
la virtud de la cortesía,
nos componen las poesías
allá a lo lejos
y los versos cubren besos
que han quedado cruzados
sobre el puente del pensamiento.
Y llueve, llueve la luna
sobre la penumbra abstracta
que me invita a razonar,
que me lleva hasta el abismo
de la realidad.
Caen trozos efímeros de luna
en torno a mi cuerpo de culpas
y desprestigiados libros inciertos.
Y se lee en el borde del presentimiento
una frase imperceptible
por mis oídos incompletos.
Piénsalo,
resortes al cielo de la extremidad inferior,
escaleras al infierno de la repetición,
piénsalo,  
porque llueve…

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