miércoles, 25 de abril de 2012

Seré Libro

Algún día seré libro, seré eco del lamento. Algún día lloraré letras en lugar de lágrimas, alguna vez dormiré en una biblioteca mal armada, en un cajón, o sosteniendo la pata maltrecha de una mesa.

Digo que algún día cantaré la lírica con mis pies y seré el desinterés de la crítica literaria. Alguna vez me acomodaré a la forma de las manos del lector y vislumbraré su mirada, desnudando mi cuerpo de rimas y prosas arrastradas.

Alguna vez seré libro y editorial a la vez, y comeré del bolsillo del fragor, y beberé la sangre azul de una lapicera que escriba un nombre sobre mi frente, o en mi espalda.

Mis hojas se doblarán en las puntas, marcando el aburrimiento o el aturdimiento y caeré al suelo en madrugadas fugadas.

Algún día, cuando canten mis palabras en monumentos desleales, ese día seré libro, seré sol y seré mares.

Seré un espejismo obsoleto en el reflejo de los grandes y me regodearé entre las rejas de sus males.

Alguna vez seré libro y me apoderaré de alguna mente caminante, la inmiscuiré en mi mundo, que por mis laberintos ande, y al perderse que me llame, que me llame el libro de las mitades.

Alguna vez seré libro y no me apenará comprarme para mantener la narcisista insignia en mi biblioteca ambulante.  

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