viernes, 27 de abril de 2012

N° 5 (De compilado 100)


Lejano violín,
el humo puede con tu voz calmarse,
mientras el incendio adormece todo a mi alcance.

El fuego suspende en el aire mis movimientos.
Suenas como haciendo alarde de tus sentimientos
y yo espero, en la partitura eterna, el frío reconocimiento.

Llueves y lloras notas tan decentes, como indecentes mis obras.
Lejano violín, aumentas la capacidad del tiempo
bajo tus cuerdas de interno en el instituto neuropsiquiátrico apostado en mi infierno.

Puedes matarme, ahorcarme con tu melancólico sufrimiento
y dejarme a la vera del camino,
vomitando la sangre melódica de tu canto sincero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios